El espárrago, cuyo nombre botánico es Asparagus officinalis L. pertenece a la familia de las Liliáceas.

Está muy extendida la hipótesis que sitúa el origen de esta planta en una amplía franja que abarcaría desde la península ibérica hasta el Asia menor. Se han encontrado restos arqueológicos en Egipto que demuestran que ya se empleaba hace más de 5000 años, parece ser que era una de las ofrendas favoritas de la divinidad. Los griegos fomentaron su cultivo y lo consideraron una hortaliza digna de ciudadanos de abolengo. Durante la Edad Media, el cultivo del espárrago se perdió casi en su totalidad, siendo España el país donde continuó su cultivo y desde donde se reintrodujo en toda Europa.

Desde el punto de vista nutritivo el espárrago tiene un escaso aporte calórico, es rico en agua (90% aproximadamente), apenas contiene proteínas (2,9%), pero sí mucha cantidad de fibra, lo que lo convierte en el perfecto aliado de las dietas de adelgazamiento. Asimismo, es rico en vitaminas: C, A, tiamina (B1), riboflavina (B2) y en minerales como potasio y calcio. Su peculiar sabor hace que sea muy apreciado en gastronomía donde se emplea de muy diversas formas: como entrante, acompañados de cualquier salsa (mayonesa, vinagreta, bechamel y ligeramente gratinados), como crema, en revuelto con huevos, como ingrediente de ensaladas, en sopas, en mousses, como guarniciones, etc., son todo un lujo para el paladar.

Al espárrago se le reconocen variadas propiedades terapéuticas. La más conocida de estas es su capacidad para estimular la producción de orina debida al alcaloide esparraguina. También ha sido usado para combatir los parásitos intestinales, como antirreumático y para tratar problemas digestivos. Su nada despreciable cantidad de ácido fólico lo hace recomendable en la dieta de las embarazadas para prevenir la espina bífida.

El espárrago es un buen diurético, contribuyendo a eliminar los líquidos retenidos por el organismo. Además es un excelente tónico cardiaco, un buen sedante para calmar la excitación y se le reconocen propiedades aperitivas. Sin embargo, las personas que padecen problemas renales (nefritis) deben consumirlos con moderación, además los espárragos son ricos en purinas, por lo que no se aconsejan a personas con niveles elevados de ácido úrico, o gota. Tampoco están aconsejados en caso de trastornos urinarios como cistitis ya que las sustancias azufradas que contienen podrían causar irritaciones uretrales.

Las excelencias de este provechoso alimento no acaban aquí. Investigaciones recientes juegan con la posibilidad de que el espárrago sirva para prevenir eficazmente el cáncer de colón. Sin embargo, aún es más relevante su acción en la lucha contra una de las enfermedades más terribles: la leucemia.

Valores nutritivos básicos del espárrago

 

Valores nutritivos del esparrago

Kilocalorías	13
Kilojulios	53
Potasio (mg)	110
Vitamina C (mg)	5
Vitamina E (mg)	0,56
Carotenos (mg)	0,255
Acido folico	0,074
por 100 gr. de espárragos cocidos

EL CULTIVO

La planta del espárrago es herbácea, vivaz, de grueso rizoma (tallo subterráneo), con tallo erguido de hasta un metro y medio de altura. Las hojas son pequeñísimas, blanquecinas, casi invisibles. Lo que a nuestros ojos parecen hojas no son sino tallos modificados (denominados cladodios), del aspecto de una aguja, de color verde intenso, dispuestos en ramilletes de tres o cuatro. Las flores aparecen a lo largo del tallo y, en forma de campana, penden de él. Son muy pequeñas, de unos 5 mm., de color verde claro; se trata de una especie dioica (existen plantas con flores macho y plantas con flores hembra) El extremo del tallo, cuando empieza a desarrollarse, es grueso y tierno: es el turión que se conoce como espárrago.

El cultivo comienza con la elección de la variedad; normalmente sobre terreno definitivo se plantan “garras” de un año, que han sido producidas en viveros a partir de semillas de la variedad deseada.

Las garras se plantan en líneas separadas entre si a distancias de 1,5 a 2,2 metros, la distancia entre garras dentro de una línea suele variar entre 25 y 40 cm.

Después del primer ciclo vegetativo se inicia la recolección, en la primera campaña la producción suele ser un 50% menor que en las temporadas siguientes.

La recolección se realiza a mano, necesitando gran cantidad de mano de obra. El cultivo del espárrago ha sido en los últimos 20 años en Andalucía un cultivo social, que ha contribuido al desarrollo económico de la región generando puestos de trabajo directos e indirectos.

El cultivo del espárrago verde y blanco son muy parecidos: el espárrago verde se recoge cortando el turión a ras de tierra cuando a alcanzado la largura comercial; en el espárrago blanco se construyen caballones de tierra sobre la línea de cultivo, el turión crece debajo de la tierra por lo que al no darle la luz permanece blanco, la recolección es más costosa que en el espárrago verde ya que hay que escarbar la tierra para recolectarlo.

Existen variedades adaptadas para la producción de espárrago verde y variedades que están más adaptadas para la producción de espárrago blanco.

En la totalidad de nuestras explotaciones estamos empleando técnicas de riego localizado o bien se han realizado nivelaciones, que permiten optimizar los recursos hídricos al conseguir la máxima eficiencia en el aprovechamiento del agua de riego; además, estamos empleando técnicas de Producción Integrada. Todo ello, en el marco de un compromiso claro de la empresa por la protección del medio ambiente.

NUESTRO CALENDARIO DE OFERTA EN ESPARRAGO

Las fechas en las que comenzamos ha recolectar esparrago varían en función de la climatología de cada campaña, algunos años es posible iniciar la recolección desde mediados de febrero, mientras que otros hay que esperar hasta primeros de marzo. Una vez iniciada la recolección podemos mantener la oferta hasta el mes de junio.